martes, 8 de diciembre de 2020

PieDra

...por supuesto como todo el mundo desde que se tiene conciencia de las cosas,  uno básicamente las divide en: buenas y malas.
las buenas uno quiere repetirlas y las malas puesclaroqueno,  cuando uno las ve en otro no quiere que le suceda a uno y cuando le sucede a uno no quiere que se repita.  pues si,  estoy seguro que ya estarán adivinando de lo que voy a hablar. 
Lo siento pero voy hablar del amor en la adultez y voy a comenzar diciendo que siempre me pareció la peor plaga que un hombre mayor pudiera soportar.  no sin perder la poca o mucha dignidad que este pudiera guardar de otras épocas. 
pero no quiero hablar del amor de un hombre grande con una mujer de su misma edad,  no... seria poco digno de mis ínfulas...
no, le hablo de la peor de las maldiciones de eros o cupido,  que al fin y al cabo son los mismos, le podrían hacer a un hombre para colmo con las defensas disminuidas. 
ayyyy ayyyy ayyyy pobre de aquel hombre 
que pierda la razón por un amor...
si la imagen de un pequeño barco en una furiosa tormenta del mar del norte es estremecedora, imaginen la imagen dentro del barco. pero basta. para eso nacimos. 
para eso estamos hechos.  para los demás es fuego que consume.  para nosotros es combustible.